Taller de computación

Una caña de pescar para San Antonio de los Cobres

Cómo comenzó todo…
A mediados del año 2001, cuando la crisis socioeconómica que azotó nuestro país, comenzaba a mostrar su peor cara, nació el programa “Una caña de pescar para San Antonio de los Cobres”. Un programa que debía abrirse camino fuera del asistencialismo y clientelismos de cualquier tipo. Debía ser autosustentable y objetivamente contribuir a generar puestos de trabajo genuinos. En la emergencia atacar los efectos pero constantemente tener en la mira las causas que la provocan ya que allí radican las soluciones duraderas.

San Antonio de los Cobres es una localidad situada en la puna salteña a aproximadamente 2000 Km. de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y a 3750msnm.

Esta localidad reconocida por el hito turístico “Viaducto de la Polvorilla” situado a 4200msnm, hasta donde circula el “tren de las nubes”, poco tiene que ver hoy con esa realidad sobre rieles.

Elevados niveles de desocupación tienen su correlato en los altos porcentajes de la población con las necesidades básicas insatisfechas. En este marco hace irrupción el aislamiento geográfico y las condiciones climáticas adversas con variaciones térmicas de hasta 40°C , con temperaturas de 20° bajo cero en invierno.

Frente a esta realidad diagnosticada y constatada en sucesivos trabajos de campo, desarrollamos una propuesta de trabajo conjuntamente con diferentes lideres de la comunidad, detectando necesidades, nichos productivos a explotar y diseñando proyectos a desarrollar.

"No dar el pescado, enseñar a pescar"

Un sociólogo y un periodista decidieron unir esfuerzos para sacar del aislamiento y ayudar a los habitantes de la localidad salteña de San Antonio de los Cobres, situada a 190 km de la capital de esa provincia.

En esta localidad, según las últimas encuestas oficiales, el 47 por ciento de la población, de 5600 habitantes, tiene las necesidades básicas insatisfechas. Además, soporta temperaturas que, en invierno, llegan hasta los 20 grados bajo cero.

«Pronto nos dimos cuenta de que las donaciones de alimentos y abrigo sólo podían solucionar la emergencia, pero no resolverían los problemas estructurales ligados con la desocupación y la marginalidad. Así nació el proyecto «Una caña de pescar para San Antonio de los Cobres»», relató a LA NACION el sociólogo Jorge Cordone, de 47 años, quien impulsó la iniciativa junto al periodista Claudio Destéfano, de 42.

Según explicó, «el programa incluyó microemprendimientos productivos para revalorizar las artesanías locales, dos invernaderos que produjeran verduras y hortalizas, un taller de costura y también un plan de desarrollo turístico de la zona».

«El esfuerzo es para devolver la dignidad a los pobladores y romper con la clásica idea de asistencialismo. Lamentablemente, la gente está acostumbrada a pedir sin realizar ningún esfuerzo a cambio. Por eso, el objetivo no fue darles el pescado, sino enseñarles a pescar, de allí el nombre del programa», continuó.

Primero, trazaron, junto con un grupo de profesionales de la salud, de la educación y de las ciencias sociales, un diagnóstico sobre las necesidades y posibilidades existentes en la comunidad, lo que permitió el desarrollo, por ejemplo, de nueve huertas comunitarias, con el asesoramiento del INTA, y la construcción de refugios para pastores en áreas de montaña.

«Uno de los desafíos inmediatos fue vencer la distancia. Entonces, instalamos Internet en el lugar, vía satelital, para dar continuidad a los proyectos», dijo. Los equipos fueron aportados por la firma NahuelSat SA, y el puesto comunitario emplazado permite también que la escuela y el hospital local estén conectados con el exterior.

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