Cuando el monte se cubre de flores amarillas de taperiguá, los Chané inician la celebración del Arete Guazú, la verdadera fiesta o El Verdadero Tiempo.
Las aña aña surgidas del yuchán inundan la tierra invocando a los espíritus de los antiguos.
El jaguareté y el toro luchan el último día, antes del "entierro" y la fiesta dura hasta que las flores de taperiguá se marchitan y un río de máscaras atraviesa la espesura.
Los mascareros de Campo Durán lo saben… en cada máscara habita una fuerza ancestral.